La biblioteca vecinal de Can Batlló se ofrece como sala de estudio para los jóvenes del barrio

Article de La Vanguardia amb data 16 de maig sobre la Biblioteca Popular Josep Pons de Can Batlló:

La biblioteca autogestionada de Can Batlló, en el barrio de La Bordeta, se ofrece a los jóvenes de Barcelona como sala de estudio durante la temporada de exámenes. El altillo, de 100 m2, tiene capacidad para 50 personas y dispone de material de consulta variado, 25 conexiones para portátiles, un ordenador y wi-fi gratuito. Una parte está reservada para los estudiantes más jóvenes y dispone de pizarra.

Lo especial de esta sala, y de la biblioteca entera, es que fueron los propios vecinos los que la construyeron con sus manos en 2011 y los que la siguen mimando a diario. Estaban hartos de ver cerrado el recinto industrial que el ayuntamiento les había prometido durante décadas como emplazamiento de todos los equipamientos que les faltaban. Así que hace casi dos años, un 11 de junio, montaron una cercavila y ocuparon uno de los bloques, el número 11, con el consentimiento in extremis de la propiedad y el consistorio. En 15 meses pasaron de una sala precaria de 70 m2 a los dos pisos actuales (300m2), que tienen incluso un aseo adaptado para discapacitados.

Desde entonces se reparten por turnos para abrir puertas y atender a los usuarios. Voluntarios manitas de tres generaciones dedican los sábados a mejorar las instalaciones con el material y dinero que recaudan, normalmente a través de conciertos y actividades lúdicas. Deciden la programación en asembleas abiertas, la próxima el 27 de mayo. Y les funciona.

Este mayo la biblioteca abrirá todos los laborables de 10 a 13 horas -excepto los miércoles, que toca limpieza- y de 17 a 20 horas -los viernes de 18 a 22h-. Los sábados también estará abierta, aunque solo por la mañana. El espacio, por cierto, tiene nombre propio: Josep Pons, uno de los vecinos que más luchó por Can Batlló y que falleció poco antes de la ansiada apertura.

Es el espacio más consolidado y concurrido de esta antigua fábrica de Sants-Montjuïc y, aseguran sus impulsores, se trata de la biblioteca  autogestionada de Catalunya “más grande, polivalente y con más fondo documental”. La programación de actividades puede consultarse en su web, en Facebook y en Twitter.

Ya contiene -según el último recuento, este 15 de mayo- unos 15.000 libros, ejemplares de 40 revistas, un fondo especializado en Sants y la hemeroteca entera de los semanarios La Directa y La Burxa, además de cómics, CD-ROMs y DVDs. Todo el material procede de donaciones -ya no aceptan más, por el alud recibido-, la mayoría de vecinos de La Bordeta, Sants, Hostafrancs y Magòria-Font de la Guatlla, y la próxima meta es catalogar dos fondos documentales más, uno sobre movimientos feminista-LGTB-Queer y otro sobre Palestina y Oriente Medio.